Dícese del documento que permite a personas receptoras de ayuda alimentaria huir de la vergüenza de recibirla en su barrio.
Nuestra Oficina Jurídica ha encontrado a personas que tenían que ir a otros barrios diferentes de donde residen para recibir ayudas alimentarias porque no quieren ser señaladas en el vecindario, por pudor, por vergüenza. Debido a la situación de confinamiento y la movilidad reducida, con este acto de dignidad corrían el riesgo de recibir sanciones y multas.
En las imágenes de los bancos de alimentos, incluso de las despensas solidarias, no se refleja algo que se llevan las personas en sus cestas y que no contribuye a llenar sus neveras; la vergüenza de quienes reciben.