#Carabancheleando V: vidas de PAU, la vida en el PAU

> Convocatoria de este paseo
Diccionario de las periferias: PAU

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Organizamos este paseo porque queríamos deambular entre los bloques, por las calles y aceras del PAU de Carabanchel, así como acompañar a algunos de sus habitantes en sus bloques para que nos mostrasen cómo es la vida -o mejor, cómo son las vidas- en un PAU.

Nos preguntamos por las biografías que fluyen entre los rincones de estos barrios llenos de promesas y diseñados para el bienestar, pero poblados también de temores, de marcas y segregación. Su novedad y sus distancias con otras periferias nos llenaban de dudas, las mismas que se deslizan sobre un futuro incierto de convivencia. Y simplemente, como hemos hecho en otras ocasiones, echamos a andar, a mirar y a hablar. A aprender de las señales de la ciudad.

La siguiente narración de nuestro recorrido trata de localizar nuestros pasos y nuestras paradas. Cada una de ellas estuvo protagonizada por conversaciones acerca de distintas temáticas. Esto es un intento de reconstrucción de los saberes periféricos -de barrio- que allí emergieron…

#PARADA 0: Metro La Peseta y reflexión inicial sobre lo que es un PAU

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Aparecimos unas 35 personas en el Metro La Peseta, cada una de su padre y de su madre («yo me he enterado por una amiga», «yo por el twitter», «yo por la convocatoria de #Carabancheleando en la web», «yo por mi profe»), motivo por el cual cobró todo el sentido el ejercicio que hicimos de preguntarnos en voz alta: ¿Cómo es un PAU? ¿Cómo es la gente que vive en el PAU? ¿Qué esperamos encontrar en el PAU?

Cualquier simplificación sobre lo que es un PAU se desmorona desde el momento en el que se lanzaron las preguntas. Existen distintas visiones del PAU («me relaciono más con mis vecinos que cuando vivía en un barrio normal»; «pues yo menos»; «solo se relacionan los de la misma finca»). En el PAU “hay diversidad de gente, como en mi VPO”; “Pues en mi manzana somos iguales: obreros”; «En la mía la gente se siente más que los del barrio antiguo (La Moraleja de…)”. Estamos ante distintas visiones del PAU que pueden corresponderse con la fragmentación a escala de manzana que se produce en el barrio. Por eso, nuestro paseo intentaría entrar en esos tres tipos de manzana que identificamos: VPO vendida a fondos buitre, VPO de precio tasado en propiedad y vivienda privada.

Algunas personas no se verán reflejadas en los relatos de las demás sobre lo que es un PAU y el motivo es precisamente éste: hay fundamentalmente tres visiones fruto del tipo de manzana residencial en el que se vive (y de su situación socioeconómica, por lo tanto). Y esto es una característica fundamental del PAU: las experiencias de vida pueden llegar a ser radicalmente diferentes pese a vivir en manzanas contiguas. Sin embargo, entre las distintas voces se fue tejiendo una definición común de los PAUs.

¿Cómo surgen los PAUs?

PAU Carabanchel usosusos-leyendaEn los terrenos que ocupa el PAU de Carabanchel antes había trigales y cultivos, así como gente expulsada de casas bajas. A la hora de destinarse dichos terrenos a la construcción de un nuevo barrio, se hicieron juntas de compensacion que fueron en realidad expropiaciones: aunque técnicamente no lo fueran, en las Juntas de Compesación el poder/votos se repartía en función de los metros cuadrados de suelo que se poseiesen. De este modo, se propiciaba que los propietarios mayoritarios fueran quienes de facto decidiese, «obligando» a vender a los pequeños (sin capacidad de desembolso de dinero/inversión para contribuir a la urbanización del PAU, que tenía que correr a cargo de los propietarios de terrenos y no del Ayuntamiento). Además, antes de las juntas hubointrecambios previos de compraventa de terrenos por parte de otros propietarios mayores que tenían información privilegiada (especulación).

El PAU tiene forma de U, ocupando todo el terreno no urbanizado que rodeaba a Carabanchel Alto hasta el límite con Leganés  (cuya frontera era marcaba por la M-40). Se planificaron tres zonas de ejecucion sin cohesion entre ellas, generando microbarrios divididos por fronteras físicas y simbólicas Las personas que viven en una punta del barrio puede que no pasen nunca por la otra.

La cesión de suelo para zonas verdes obligatorias por ley, fue compensada con zonas que quedan también por ley fuera del suelo urbanizable, por lo que el PAU no tiene espacios públicos intercalados entre las manzanas para compartir entre la ciudadanía. Lo que se prometiçó como zona verde es el borde de M-40, el Pinar de San Jose que ya existia, la zona al rededor del cementerio y la unica zona digna de llamarse «verde», el parque junto al metro La Peseta (en la que en verano «no se puede estar» porque hace un calor insoportable).

Las viviendas se vendieron a través de la venta privada y de cooperativas antes de su construcción. Además, se construyeron viviendas destinadas por ley a VPO. El precio inicial de éstas, así como de las de las cooperativas, fue finalmente mucho mayor de lo prometido, provocando dramas familiares que se han desbordado definitivamente en el periodo de crisis.

Debido al retraso en la entrega de viviendas, a los materiales defectuosos, a las promesas no cumplidas respecto a espacios verdes, etc., hubo una fuerte organización vecinal allá por 2004. El retraso en la entrega de viviendas se vincula con la retención especulativa del suelo, porque a  los propietarios de dicho suelo les interesaba congelarlos antes que vender o construir por la  subida de precio (que no de valor) casi diaria del mismo en pleno boom inmobiliario. Otro factor era el  retraso constante en la aprobación de los proyectos de compensación  por las luchas entre los propietarios de suelo en el reparto del pastel. Un tercer hecho consustancial al modelo de los PAUs es la creación de cooperativas o  comunidades de bienes para derivar las responsabilidades a los supuestos y ficticios autopromotores y provocar que las subidas de precio de las promociones (reales o no) repercutieran directamente en los futuros propietarios de vivienda. Se incrementaban así los beneficios de los verdaderos promotores, que recibían cada subida con regocijo al ser su beneficio un porcentaje del precio final.

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La vía inicial para conocerse y autoorganizarse fueron los foros de Internet o el boca a boca de la gente que se encontraba mientras visitaba las parcelas, ya que al no estar habitado el barrio los y las vecinas no se conocían aún. Se llegó a celebrar una manifestación de 2000 personas por las calles del PAU cuando éste aún se encontraba vallado y estaba prohibido el acceso, o una acampada en un solar reivindicando la entrega de viviendas terminadas (sin entregar por impedimentos legales, como la falta de recepción de las obras de urbanización por parte del Ayuntamiento a las Juntas de Compensación). Poco tiempo después, la lucha vecinal consiguió la entrega de las viviendas ya terminadas, pero aún hoy hay zonas del PAU sin recepcionar. Esta movilización confluyó en la Plataforma del PAU de Carabanchel, que además de las reivindicaciones por las viviendas, pomovió otras muchas iniciativas y movilizacioines en torno al transporte (llegada de metro y líneas de autobús en el barrio), servicios públicos (coles e institutos, centros de salud), hábitat (lucha contra la ampliación de la M-40, construcción de un crematorio, ampliación del aeropuerto de Cuatro Vientos, creación de parques), etc. Impulsó además la creación de una red junto con colectivos de otros PAUs (Vallecas, Sureste…) y otras iniciativas de lucha por una vivienda digna, ampliando el foco respecto a las reivindicaciones desde los nuevos barrios hasta el modelo de ciudad y acceso a una vivienda. Se llegaron a organizar manis en el centro de Madrid junto con estos colectivos, antes incluso de las sentadas que dieron origen a VdeVivienda, que integró y desbordó toda experiencia previa  Se ocuparon muchas de las viviendas por sus inquilinos antes de que llegase la licencia de ocupación, ya que muchos veían insostenible mantener el alquiler y la hipoteca de la casa nueva y viendo como las viviendas estaban acabadas.

Finalmente el PAU habitado se hizo realidad. El de Carabanchel pertenece a dos distritos administrativos (Latina y Carabanchel), lo cual genera problemas en cuanto a las dotaciones y servicios que les corresponden a algunos vecinos (están muy lejos). Incluso hay bloques (como el de Bambú) cuyos portales están repartidos entre ambos distritos.

¿Cómo es un PAU?

201409_PAU Carabanchel extra1Un PAU es un barrio nuevo, a medio construir, que está lejos…, en el que todo es grande. Compuesto por urbanizaciones privadas con piscina, en el que todo parece igual, con grandes avenidas…, y en el que todo lleva a un centro comercial. Aquí la gente tiene que tener coche. También encuentras edificios de diseño, con detalles “guays” que no sirven para nada…, y edificios feos. Con todo, carece de comercios y servicios, hay bajos sin locales, parques escasos sin sombras donde no se puede estar bajo el sol. El PAU mantiene un contacto conflictivo con el resto de la ciudad. En este espacio se produce un abandono y deterioro de los espacios públicos comunes… y las personas se aislan.

Todos los PAUs son iguales…Pero también, en un PAU hay distintos tipos de vivienda social donde viven jóvenes de clase media-baja.

Han sido el gran objeto del pelotazo urbanístico, del enriquecimiento de unos pocos mediante la especulación, ahora objeto de deseo de los “fondos buitre”.

¿Cómo es la gente que vive en un PAU?

En el PAU viven familias jóvenes de ingresos más bien bajos. Gente que tiene muchos hijos. Entre ellas hay diversidad socioeconómica, hay quienes viven en un escalón superior al barrio antiguo de referencia (aquí lo llaman “La Moraleja de Carabanchel”), pero también hay mucho paro.

No hay relación entre vecinos, no conoces a nadie. Tampoco hay relación con el barrio antiguo. La gente que vive aquí no tenía lazos previos. La gente se relaciona con los de su urbanización. No hay espacios públicos comunes que habitar. Se dan algunos conflictos entre personas, con diferentes ingresos, origen étnico… y también hay un grupo de población con especificidades (diversidad funcional).

Por otro lado también existen numerosas iniciativas de organización que surgieron durante el nacimiento de los PAUs. Durante los primeros años del PAU era raro no conocer a alguien de alguna promoción que estaba moviéndose para conseguir información sobre estas cuestiones y  que quería saber cómo habían hecho en otros lugares.

Está lleno de gente engañada, que se les dijo que esto iba a ser otra cosa. Ahora se encuentra en un proceso de cambio de inquilinos: con la subida de precios y los desahucios, se pretende cambiar el perfil de la gente.

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#PARADA 1: Parcelas sin urbanizar

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Nos dirigimos guiados por uno de los vecinos del PAU que hoy nos acompañan a uno de los múltiples descampados del barrio. Curiosamente, las calles y bloques que bordean el descampado forman brazos cuya forma recuerda a una cruz gamada. Hay unas 12 o 14 parcelas como ésta en el barrio.

En el Plan estas parcelas estaban destinadas a escuelas infantiles o usos dotacionales cercanos a la gente. El plan era hacer muchas escuelitas infantiles públicas, diseminadas por el PAU y próximas a las viviendas (en estas plazas). Como escuelas infantiles no habrían cumplido la normativa por la escasez de espacio.

Ninguna de las escuelas infantiles construidas finalmente en el barrio está en las parcelas públicas previstas al inicio. Lo que se ha hecho en realidad es construir tres mucho más grandes, a las que hay que ir en coche.

La realidad es que estas parcelas se han quedado en aparcamientos improvisados y escombreras. El PAU se vendía como un modelo en el que se superaban ciertas limitaciones de los barrios clásicos, al construirse con plazas de aparcamiento en todos los bloques (obligado por ley). La realidad es que en cada vivienda es frecuente que haya dos coches y paradójicamente, aunque todas las calles son más amplias, hay menor número de calles que en un barrio clásico, por lo que hay falta de aparcamiento. El propio modelo de barrio y ciudad obliga al uso del coche, y de ahí que la previsión de una plaza de garaje por vivienda no resuelva el problema del aparcamiento.

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#PARADA 2: Carril bici a ninguna parte

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Una de las figuras urbanísticas más cómicas del PAU es su carril bici. Nos detenemos en un punto en el que el queda violentamente interrumpido por un puesto de helados.

El carril bici «se vendía como guay», pero está mal diseñado, construido con materiales baratos convertidos con el paso del tiempo en pedruscos. El motivo de esta defectuosa construcción fue que se encargaron de la misma los promotores propietarios. El ayuntamiento permitió que se usasen esos materiales baratos.

El caso del carril bici no es el único. El alcantarillado también presenta deficiencias al haber sido producido por los promotores (lógica del beneficio privado).

Más adelante volveremos a encontrarnos con la huella de lo que pretendió ser un carril bici: el ¿camino? que transcurre pegado a la M-40, cuya superficie llena de hierbajos requiere de un ejercicio de arqueología para encontrar dicho carril.

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#PARADA 3: Casa tipo corrala vendida a “fondo buitre”

Otra vecina nos lleva a su casa, en una corrala abierta y oxidada a pesar de no tener ni 10 años. Por problemas de diseño, su casa se moja cuando llueve. Pertenecía a la EMV, pero en su autoliquidación, fue vendida a un fondo buitre. Surgen algunas preguntas sobre esta tipología de vivienda (corrala): ¿los vecinos están obligados a relacionarse forzosamente?, ¿es la corrala un modelo fallido? Algunos aseguran que en Caño Roto no funcionó…, y 50 años después se cometen los mismos errores mediante la construcción de corredores abiertos y estructuras de metal costosísimas de mantener.

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Nuestra vecina nos habló de los primeros pasos en su vivienda. La EMV, consciente de la ocupación de múltiples viviendas, trataba de rellenarlas lo antes posible. Narró cómo la llamaron para ocupar la vivienda adjudicada lo antes posible y cómo les transmitió a los funcionarios que en su casa vivían 15 okupas y que en esas condiciones no quería entrar: “¿Entonces renuncias?», la dijeron. También cuenta cómo a algunos vecinos gitanos y payos que no sabían apenas leer o escribir se les trataba de mierda en las oficinas de la EMV: «-Es que no tengo bañera. -¿Y qué quieres, que te lo den todo? Es que no leéis nada y luego venís a reclamar».

El problema de “los okupas”, derivado del vaciamiento por desahucios de algunas viviendas y del movimiento de población por los desahucios o desalojos en otras zonas de la ciudad, hizo que se generase una sensación de miedo entre vecinos. Al parecer hubo un “okupa” narco que subalquilaba habitaciones ante el cual se produjeron intervenciones policiales pistolas mediante. Además, debido a la escasez de mantenimiento, el edificio presentaba un aspecto muy deteriorado a pesar de su juventud.

En la venta de la EMV de las viviendas a un fondo buitre, se saltaron la opción a compra inicial por parte de los vecinos, motivo por el cual se ha interpuesto una querella. Los nuevos propietarios de los pisos han pasado a ser los nuevos arrendadores de los vecinos. Ante el deterioro en el que la EMV mantenía la vivienda, los nuevos propietarios han hecho un “lavadito de cara”. El efecto buscado de este contraste es que se transmita entre los vecinos la idea de que «ahora sí que funciona”. Entre las “mejoras”, se han puesto cámaras seguridad con el fin de evitar ocupaciones que en algún caso resultaron conflictivas: “ya no hay okupas». Según nuestra vecina, si se ha notado un poco de mejora: han lavado la cara al edificio porque te cobran, si te lo quieren cobrar, lo tienen que arreglar».

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Todos temen que cuando se acabe  el plazo inicial de respeto a las condiciones de los inquilinos anteriores, el fondo subirá el precio de los alquileres y servicios. Aún así, esa subida ya se ha notado. El fondo buitre manda notificaciones que mete en los buzones directamente. Con las subidas de los suministros varios vecinos optan por irse. Los que entran nuevos pagan más al mes por el alquiler. En dos años caduca el régimen público de alquiler, y entonces podrán empezar a variar los contratos. Existen sospechas por la experiencia de varios casos de que se pretende un claro recambio de la población de estos bloques en detrimento de familias con escasos recursos.

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Con la compraventa de los grandes paquetes de vivienda de la EMV se pierde el régimen de alquiler con opción a compra, motivo por el cual hay vecinos litigando (querella colectiva) y algunos focos de auto-organización: se están celebrando reuniones, empiezan a darse conexiones con otros afectados en la ciudad…

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Escucha el audio de esta parada:

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#PARADA 4: Edificio de bambú: escasas relaciones vecinales

201409_PAU Carabanchel12Se trata de uno de los edificios emblemáticos del PAU, premiado por su diseño. Este edificio y “el de pizarra” de al lado constan de viviendas públicas compradas (VPT). Dos de sus vecinos nos hablan de sus particularidades. Existen varios tipos de viviendas y de tamaños. Entre las innovaciones no deseadas por sus habitantes, está el bambú -que hay que reponer cada ciertos años-, la madera de teca -que se agrieta y deja ranuras entre las maderas que permiten ver a los vecinos de abajo-, o el jardín vertical -cuyo mantenimiento cuesta una pasta, motivo por el cual la comunidad ha decidido abandonarlo a su suerte-.

En el interior hay un patio de arena, único espacio de relación entre un vecindario homogéneo de propietarios de precio tasado (salvo alguna familia de realojo de alquiler). En general existe poca relación entre vecinos y poca asistencia a reuniones de comunidad: en el edificio hay 85 viviendas y en las reuniones apenas hay 15 representadas. Algunos interpretan que los vecinos no se relacionan porque sólo hay dos puertas por planta.

Como contrapunto a la visión de los vecinos de este bloque bambú, otro acompañante nos muestra cómo en otras manzanas construidas por cooperativas, como la suya, la gente se ha organizado para producir sociabilidad (actividades infantiles, excursiones en bici, etc.). Quizás, esta sociabilidad puede explicarse por la diferente trayectoria social derivada de las cooperativas de vivienda en relación a las manzanas que son de compra directa: ellos tienen mejor y más estrecha relación, tuvieron muchas asambleas antes de la entrega «y eso une». Además, espacios comunes, como la piscina, son el escenario de la reconstrucción continua de ese vínculo vecinal. En cualquier caso, este vínculo es de puertas para adentro, en los espacios semi-privados de las fincas: el común es por fincas, si lo hay.

En el edificio de bambú recientemente han sufrido robos, por lo que están planteándose poner camaras y vigilantes de seguridad. En realidad éste es un hecho que se repite mucho en los PAUs: los trasteros y garajes son espacios propicios para pequeños robos (invisibilidad, facilidad para la huida del barrio…).

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#PARADA 5: Campo de baseball: espacios informales de sociabilidad

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Dejamos el edificio de bambú y las obras paralizadas de la catedral ortodoxa rumana que se construye a su lado. Caminamos hacia el inicio de la Avenida de La Peseta y encontramos un cambio de paisaje suburbano protagonizado por una gasolinera acoplada a un McDonalds. A su lado se encuentra un colegio concertado con proyecto bilingüe, el Ábaco. Perteneciente a una agrupación de colegios cristianos, posee unas instalaciones nuevas. Al tiempo que surgen estos centros, escasean las plazas públicas en la zona. Se han cerrado aulas en el instituto Antonio Machado.

A su lado se encuentra uno de los espacios sociales emergentes en el PAU. La crisis hace que la informalidad se normalice: se trata de un espacio cedido por el Ayuntamiento a una comunidad de jugadores de baseball, la mayor parte de ellos migrantes, a cambio de que sean ellos quienes lo adecúen (el grupo ha hecho mejoras para allanar el terreno, desembolsando unos 30 mil euros) y se encarguen de su mantenimiento. No tienen asegurada la permanencia en años y burbujas futuras, pero de momento se ha convertido en un importante punto de reunión autofabricado. Uno de sus animadores nos cuenta que han organizado eventos para proporcionar ayuda social (material escolar, ropa) a todas las familias que lo necesiten. Quienes lo usan son mayoritariamente externos al barrio (de los distritos de Latina y Carabanchel, principalmente). Al estar en una zona aislada, no han tenido ningún problema con los vecindarios cercanos.

Escucha el audio de esta parada:

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#PARADA 6: Parque Manolito Gafotas y movimiento vecinal

Somos guiados hasta este proto-parque por algunos vecinos. Antes hemos pasado por otros pequeños parquecitos, en uno de los cuales había una actividad de patinaje entre peques y sus familiares (organizado por gente vinculada a la Casa del Barrio). En general se aprecia el déficit en mantenimiento de jardinería en todo el PAU, pero en este parquecito, Manolito Gafotas, ni siquiera hay parque que mantener. El ayuntamiento nunca ha querido convertirlo en una verdadera zona verde cuidada, motivo por el cual las reivindicaciones vecinales se han centrado en construirlo simbólicamente como parque (nombrándolo, plantando árboles, poniendo una placa…).

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Esta reivindicación es la excusa para hablar de la movilización social en el PAU. “Para hablar de las primeras reivindicaciones en el PAU hay que remontarse a principios de siglo». Las luchas por los retrasos en la entrega de las viviendas fueron las primeras experiencias de generación de común. El momento álgido de la movilización fue cuando las casas estaban construidas pero no entregadas, lo que duró 4 o 5 meses: algunos decidieron “okupar” sus propias viviendas («entramos sin tener licencia con luz de obra”).Una vez conseguida la vivienda, se produjo la desmovilizacion, el aislamiento por parcelas y la familiarizacion de las relaciones.

Otro de los hitos en la movilización vecinal en el PAU fue la reivindicación del propio parque Manolito Gafotas. Algunos hablan de una época de candidez, de aprender a luchar sin saber. La desmemoria de los movimientos vecinales de los 70 hizo empezar de cero. Otros encuentran algunas similitudes de las iniciales reivindicaciones en el PAU con las del movimiento vecinal de Caño Roto varias décadas antes. Concluimos que es necesario recuperar la memoria de estos movimientos para ver que en el pasado se han hecho cosas sin disponer casi de recursos, especialmente en momentos como ahora donde los recursos se han cortado por la crisis.

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La organización de las arboladas y de los trabajos comunitarios en el parque, así como las manifestaciones por la llegada del metro, eran el contrapunto al hecho de sentirse manipulados por la Administración y el partido gobernante en periodos electorales. Al parecer fueron convocados a una reunión en la que se prometió que iba a haber metro en el PAU y en Carabanchel Alto, de repente se abrió una puerta y aparecieron varios periodistas que se pusieron detrás suyo para hacerles una foto que se publicaría con el titular «Acuerdo entre los vecinos de Carabanchel y la Comunidad de Madrid». Además de sus espaldas y nucas, quienes aparecían de frente en la foto eran Esperanza Aguirre y los consejeros. Finalmente, la línea 11 de metro embarrancaría en Plaza Elíptica y la promesa de prolongación al centro de Madrid se abandonaría: era mucho más barato construir kilómetros de metro ligero o de metro en otros lugares para batir records electorales de “kilómetros de vías construidos” que construir esta línea necesaria para cientos de miles de vecinos. Este tipo de manipulaciones les hizo ir madurando como movimiento. Es ahora, retrospectivamente, cuando se reconoce que la lucha, aún siendo ardua, a veces con muchos sin saberes y conflictos, une: «con perspectiva son recuerdos maravillosos». Se hace urgente elaborar una memoria del PAU…

Estamos donde se acaba Madrid. En este confín, al borde de un precipicio que se decanta sobre la autopista M-40, vemos un conejo corretear junto a las torres de alta tensión que afloran justo en este límite para seguir su camino al aire libre por campo abierto, cruzando autopistas hacia el más allá.
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#PARADA 7: Casa de promoción privada: La Moraleja de Carabanchel

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Acabamos este recorrido en la última de las tres tipologías de vivienda que queríamos conocer. Se trata de una manzana de promoción privada. Podemos apreciar un elemento central en este tipo de manzanas: la seguridad. Los vecinos de esta comunidad tienen “seguridad 24h”, actualmente prestada por la empresa que montó un ex-vigilante “traicionando” a la empresa que le empleaba. Tuvieron mala experiencia con la anterior empresa: uno de los vigilantes robaba.

La sociabilidad que se da dentro se produce en la piscina y en las zonas ajardinadas o de cemento. A los adolescentes les gusta pasar el rato sentados mirando cada uno la pantalla de su móvil, y en ocasiones se meten dentro de los portales, donde cuentan con enchufes para recargar sus agotadas baterías.

El precio de la vivienda, la seguridad, la clausura del espacio, la piscina, etc. conforman símbolos de distinción que promueven la ilusión de vivir en “una Moraleja”, la de Carabanchel.

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REFLEXIONES FINALES: CALLES DE NADIE

Para finalizar, algunas observaciones que pudimos hacer a lo largo del recorrido. Es notable la ausencia de comercio minorista, excepto en la zona de viviendas de promoción privada (donde hay bares, restaurantes, bancos, carnicerías, etc.). Al parecer por el tamaño de los locales y los precios de los mismos hacen que en el resto de los bloques sean inasequibles para cualquier “emprendedor” que no sea una entidad bancaria.

Otra cuestión que emerge es la dinamicidad de los PAUs. Son espacios que se están transformando. Podríamos decir que son uno de los elementos clave de las prácticas especulativas (y en ese sentido un ejemplo muy nítido de economía financiera neoliberal, esta vez con traducción física sobre el territorio) que una vez instaladas, no se limitan a permanecer de forma fija. La extrema diferenciación entre bloques y manzanas, la modificación normativa de las condiciones de las viviendas sociales, que acaba por expulsar a gente, los fondos buitre, los desahucios…: todo ello conforma dinámicas de transformación en curso que apuntan hacia un tipo de vecindario (imaginemos lo que sigue a estas dinámicas después de 10 años) o incluso a la guetificación de determinados sectores del PAU (al modo de la periferia gueto que fruto de los realojos de los 80 y 90).

Por otro lado, resultó muy interesante recordar (en el paseo surgió en varios momentos) la cuestión del fraccionamiento de las reivindicaciones. Es curioso ver cómo al recordarlas, se hacía con cariño, valorando mucho el poder que tuvo para juntar a gente, conocerse, establecer complicidades, iniciar relaciones prácticamente de la nada. A la par, cuando se diluyeron las reivindicaciones más generales que afectaban a todo el barrio (el metro, por ejemplo), esas prácticas fueron perdiendo fuerza hasta quedar reducidas a otras reivindicaciones más sectoriales (y que, como ocurre en otros sitios, pueden ser de un signo muy distinto y perverso, como son las patrullas ciudadanas para acosar a los “okupas”). Junto a ello, parece oportuno rescatar la promesa implícita que hay en la denominación “La Moraleja de Carabanchel”, que es una promesa de ascenso y diferenciación para la clase media-baja de antes de la burbuja. La socialización (casi desde la escuela) de la competencia, de tener más, de distinguirse…, también juega un papel importante en las dificultades de articular resistencias.

Finalmente, a lo largo del paseo surgieron varios comentarios acerca de la inseguridad, siempre en relación al interior de las viviendas, a los garajes (¡aparcar el coche en la calle es más seguro que hacerlo en el garaje!), los trasteros, la gente que se cuela, los dispositivos de seguratas (y sus inseguridades, como el que detuvieron después). Se trata, sin duda, de un elemento omnipresente y que concita posturas muy diversas, incluso entre quienes estuvimos allí o entre las gentes con cierta mirada crítica.

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Surge la duda de como serán las siguientes generaciones y como es el contacto entre los niños que solo juegan con los de su bloque, aunque se conozcan del colegio. La calle queda como lugar de tránsito no de convivencia. Algo parecido a lo que ocurre en el centro, donde la calle tiene que estar libre para los que van a consumir. Aquí es el camino que hay que recorrer para los largos desplazamientos obligados.

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6 Respuestas a “#Carabancheleando V: vidas de PAU, la vida en el PAU

  1. Poco o nada riguroso, con videos partidistas y una visión nula del barrio, llevo viviendo en carabanchel 23 años, y lo que describes en ese barrio es la tonica general del distrito, yo vivo en vistalegre y es igual ¿e parque manolito gafotas descuidado? datr una viuelta por la finca, o por el parque cerro almodovar a ver si estan mejor, ¿nadie ha ido del barrio alli? por favor… los barrios perifericos y el nuestro propio es quien untre esa zona es mas «autoescuela aluche», «concesionario auro-aluche» o «Peter Rabbit And Friends» del barrio de toda la vida fueron a parar alli, ¿problemas entre etnias? en España entera, ¿inseguridad? literalmente «aparcar el coche en la calle es mas seguro» simplemente te das cuenta de que este… «panfletillo» es muy muy triste…

    • Si te has leído la crónica, Carabanchelero, te darás cuenta de que no es la visión de una sola persona, sino de un conjunto de personas heterogéneo, que participan en un paseo y conversan sobre lo que ven y sobre su experiencia en esos lugares. Su opinión no es la de una persona cualquiera: es la de gente que vive allí, que habla de lo que conoce bastante bien. Que no coincida con tu propia experiencia no le quita ni un ápice de valor (ni debería ser motivo para que lo descalificaras), al igual que nadie aquí se atrevería a quitarle importancia a tu forma de ver o vivir las cosas, por mucho que no esté de acuerdo.
      Salud

  2. !segurata! empezar por respetar a los trabajadores,es logico reivindicar tus derechos pero por favor NO FALTES A LOS DEMAS,seguro que si dicen sudaca lanzas el grito al cielo, que pena quien fuera minoria para que te defiendan,cuando se falta al respeto se pierde la razon.

  3. los dispositivos de seguratas (y sus inseguridades, como el que detuvieron después) y no vale decir que es hacia esa persona en particular,tampoco esta bien decir el sudaca ese que no paga,o el jitano ladron,deseo que tengais mucha suerte en vuestras reivindicaciones y recuerda que somos una profesion muy digna y profesional y que en todo cocido hay garbanzo negro,

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