Como seres vivos somos dependientes, necesitamos un entorno limpio y agradable con el que interactuar. Como seres humanos somos muy dependientes. Nuestro periodo de cuidados se alarga en el tiempo y en nuestra sociedad se hace interminable con la formación permanente ligada a la institución. Como seres vulnerables somos dependientes de los cuidados de los demás a los que también necesitamos para fortalecer nuestro interior, nuestra autoestima. Como seres creativos somos dependientes porque las iniciativas, las ideas crecen y se multiplican con los otros. Como seres físicos somos dependientes por nuestra constitución, nuestra fortaleza, nuestra debilidad, nuestra fuerza o su carencia. Nuestra vida está dirigida por nuestras dependencias y se basa directa o encubiertamente en resolver como apoyarnos para vivir con ellas sin que nos lastren. Pero nuestras dependencias son nuestra fortaleza pues somos nosotros los que construimos las redes de apoyo y relación. Las construimos sin percibirlo de forma consciente y la ayuda y el apoyo se generan de forma natural como se nos reproduce una célula. Si sentimos la dependencia como algo negativo es porque tenemos que acudir a remedios artificiales, estandarizados, despersonalizados. La dependencia es nuestro pegamento con los demás, lo que nos une, pero las ataduras solo son cuerdas tensadas dentro de la red. Las redes construidas que fluyen y nos impulsan, que nos desarrollan y nos motivan, que nos llevan hacia la alegría, son firmes e imperceptibles a la consciencia, las tenemos que pensar para descubrirlas. La institución no puede sustituir la red y la apuntala cuando sus cuerdas son sogas que nos ahogan. Nuestro desarrollo depende de nuestra red y de cómo la construimos en nuestra comunidad y en nuestro medio. Además tenemos un terrible enemigo que son las dependencias creadas por el sistema capitalista, esas necesidades que no forman parte de nuestra esencia y que multiplican las posibilidades de guerra y destrucción y de aniquilamiento de las personas. Dependencia, fortaleza, los dos ojos con los que nos mira la vida pasar. Hay un velo fabricado tapando la esencia. Trabajemos y reflexionemos en común. Descubramos el qué y construyamos el cómo.
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