Diccionario de las periferias: Ascensor

¿Por  qué el término «ascensor» en un diccionario sobre las periferias? ¿Puede este aparato ser destacable como concepto descriptivo? Veamos porqué puede ayudarnos a entender algunas dinámicas que se producen principalmente en los barrios obreros  (quizá algo menos en los barrios guetificados, ver Hipótesis periferia).

Primero el ascensor fue importante por su ausencia: hace unas pocas décadas una  periferia urbana se podía definir como aquella parte de la ciudad en la que ningún edifico tenía ascensor. Bueno, quizá algún montacargas que otro en las zonas más industriales, pero nada destacable para las personas.

Después, en las décadas de los 60-70 llegaron unos edificios que sí incorporaban el aparato. Principalmente en las torres, edificios de más de 10 plantas que sin ascensor habrían sido inhabitables. Pero también en algunos otros edificios aquí y allá que incorporaban mejores materiales y que generalmente estaban situados en zonas menos periféricas, menos marginales, más cerca del centro.

20140907_121308Así hasta más o menos los 90, en los que se producen varios fenómenos ascensorísticos interconectados y de primera magnitud. De entrada, una buena parte de la juventud que puede independizarse se va a otros barrios, quizá más aún en el extrarradio buscando pisos un poco menos caros. El barrio envejece: además de menor número de jóvenes, quienes se quedan, aquellos que contribuyeron a la expansión de las periferias entre el final de la guerra y los años 70, se hacen cada vez más mayores. Algunos, movidos por una mejora en sus condiciones económicas, deciden irse a nuevos edificios que ya incorporan el ascensor y que se van construyendo, especialmente después de la nueva ley del suelo de 1998 y la expansión del negocio de las hipotecas. Entre una cosa y otra van proliferando pisos vacíos que poco a  poco serán alquilados a personas inmigrantes, a los que el ascensor en  ese momento no les importa demasiado porque sus prioridades son otras.

Y quienes no pueden mudarse pero sí que tienen unos ahorrillos comienzan a promover la instalación  en sus edificios del aparato, que cada vez necesitan más, pero que algunos de sus vecinos no pueden permitirse. Se inician discusiones sin fin en las comunidades de vecinos, saldadas con desencuentros, enemistades y soluciones estrambóticas, como las de los ascensores con  llave o los que solo paran en algunas plantas (más bien en algunos de  los descansillos de la escalera), reflejo quizá también del creciente  individualismo y la quiebra de la vida comunitaria, indisolubles al  nuevo modelo neoliberal que se va imponiendo.

estigmas 4#ascensores

Ascensor al último piso. Caño Roto.

Así que sí, desde aquí, en #carabancheleando proclamamos la emergencia de una sociología ascensorística. O el ascensor como motor de la historia.

(ver todas las entradas del Diccionario de las Periferias)
(ver todas las entradas relacionadas con vivienda)
(ver crónica del encuentro “Sobre las casas sin gente y la gente sin casa!”)

Una respuesta a “Diccionario de las periferias: Ascensor

  1. Otro signo en este mismo sentido es el del cambio de los portales con escaleras (parece ser que a los arquitectos de los 60/70 les resultaría ese toque de clase con que agradar a la clase obrera/rural) para poner los ascensores a ras de calle por el envejecimiento de toda la comunidad de vecinos.

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