Importante masa arbórea que cubre casi 50 hectáreas entre Carabanchel y el barrio de Las Águilas. Se constituye en una auténtica isla natural en la ciudad ofreciendo a los paseantes lugares de sombra, un lago, innumerables zonas deportivas, carril bici y unos atardeceres impresionantes. Como todos los parques, ofrece espacio para el esfuerzo voluntario de los corredores, para la relajación de los amantes, el paseo de las jubiladas y las acrobacias infantiles en los columpios. Su maravillosa presencia hace que muchos desconozcan que se de debe a la acción batalladora de asociaciones de vecinos que, a finales de los años 80 lograron su construcción en lugar de los sembrados abandonados y las escombreras, dado que estaba en marcha un ambicioso proyecto de construcción de (más) pisos. Metido de lleno en la extraña ambivalencia carabanchelera, se ubica en el perímetro del sanatorio del Doctor Esquerdo, y miraba cara acara a la antigua prisión y ahora tenebroso CIE. Carece de los objetos que le dan nombre.
(ver cárcel, el Ñañas)
(ver todas las entradas del Diccionario de las Periferias)
Buena entrada y acogedor parque. Mención especial merecen las casi ochenta especies de aves que en algún momento del año paran en este oasis verde, desde aves marinas (gaviotas y cormoranes) a rapaces nocturnas (autillo y mochuelo), pasando por pájaros carpinteros, córvidos, mirlos, acuáticas, currucas, carboneros, golondrinas, colirrojos, cernícalos… https://averaves.wordpress.com/2014/11/21/del-mirlo-albino-al-zampullin/