Miedo
(ver Estigma)
El miedo es un elemento típico de las periferias urbanas que hunde sus raíces en la segregación y fragmentación de su cuerpo social, esto es, en la desaparición de intereses y espacios comunes.
Se trata de una emoción, una sensación de amenaza focalizada sobre un elemento extraño inexplorado o que se va acercando. En términos barriales, el miedo se produce por la existencia de determinados espacios -cuyas representaciones y señales invocan la cantidad de males que pueden albergar- y de determinados sujetos -cuya irrupción puede suponer un daño-. Su forma más primaria es el susto (alguien que se aparece al doblar una esquina), aunque según se va rellenando de significados, puede derivar en discursos de la inseguridad que colocan a ciertos colectivos como culpables de la delincuencia y el crimen (“los gitanos”, “los inmigrantes”).
Cuando el miedo se rellena de esos significados estereotipados y llega a convertirse en “discurso de la inseguridad”, es probable que hayan entrado en juego determinados actores sociales (medios de comunicación, instituciones) para dar como resultado una mayor presencia e intervención policial. Por eso no es de extrañar que al rededor de la representación de los miedos que hacen estos actores, surjan medidas de control social encaminadas a segregar aún más el espacio social que dio lugar a ese miedo, consiguiendo así afirmar una vez más la gobernabilidad sobre el espacio periférico.
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