TERRAZA EN ÉPOCA DE DESESCALADA

Supongamos que es la terraza de alguno de los parques periféricos que reabre en Fase ONE. En los parques madrileños son muy variadas, algunas hasta con restaurante, otras más modestas sirven bocatas, alguna ración o pizzas precocinadas. Supongamos que es de las modestas, la terraza del parque de un barrio a la que parejas y familias acudían cada fin de semana a tomar el aperitivo.

Hay emoción por la reapertura y el desconfinamiento, se palpa en el ambiente y también la sorpresa porque casi todo es nuevo:

-Las 40 mesas son 20. Bueno vale, estaremos más a gusto.

-Donde no había entrada fija: algunos saltaban el seto (mal hecho), otros serpenteaban entre mesas, los que venían del norte del parque o del sur solían entrar por los huecos entre setos y árboles… y Ahora? Pero si hay una entrada formal! Está delimitada por cinta amarilla desde el paseo principal del parque que te lleva a una mesita donde el camarero de siempre te da el gel y los buenos días. En ese orden. Qué fuerte! Se oyen los comentarios…

– Te sitúas en la mesa y llega el mismo u otro camarero armado con el desinfectante y limpia cada mesa. Bueno, está bien, se ve que se esfuerzan en cumplir las normas…

– Pero estás bien? Por fin estamos en la terraza, hemos vuelto! No sé yo, mira a esa familia sin mascarilla con los niños rulando descontrolados, o fíjate en la señora que saca su gel y limpia la silla antes de sentarse, o mira aquella con la mascarilla de pulsera…

– Bueno, están los pájaros? Están (más o menos). Fíjate cómo ha crecido el seto, el que decíamos que no prosperaría porque la gente lo maltrataba pasando por encima. Es cierto, constato que la naturaleza se ha beneficiado de nuestra ausencia, está todo más verde y frondoso y el seto ha ganado, ya no podrán volver a pisarlo.

– Pues me relajo y leo el periódico: vale, periódico en papel y todo va bien: tengo mi mascarilla en una bolsita para luego, tengo mi bebida, mi gel rociador por si quiero desinfectarme a mí o a las cosas y tengo a la gente a más de dos metros. Qué dice el periódico? Pues que antes de dos años (con suerte) no habrá vacuna, que el tratamiento por lo menos en un año, que el proceso es complejo, que no hay seguridad, que en USA hay un loco…

El COVID nos ha capturado, la amenaza se ha adueñado de nuestro pensamiento y ha convertido la anarquía de la mañana de los sábados en una terraza caótica en un trámite ordenado con todo previsto y las alertas activadas para combatir la pandemia invisible.

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