1.Adj. Dícese de la persona que se ampara en el miedo y se ajusta al Decreto del Estado de Alarma para cuestionar y molestar a quien considere oportuno. Todo por un bien social, según dicho malaje ilustrado, aunque realmente, es por satisfacer su ansias de dominación.
Estos casos pueden ser: «No cruces por en medio de la calle, que estamos en Estado de Alarma», «¿Por qué no llevas guantes?», «¡Estás a menos de un metro de distancia!», «Tu perro mea mucho, ¿no?», «No puedes ir a la huerta, mejor ve al super». «¿Que te han multado por ir a ayudar a tu madre que vive sola? Normal…»
El término tiene su origen en el despotismo ilustrado, periodo del siglo XVIII en el que los mandamases ejercían un poder autoritario «para el pueblo, pero sin el pueblo». En este caso, se está generando este abuso de poder indiscutible entre personas de la misma clase social que se consideran responsables de la custodia y seguridad del resto de personas, consideradas por ellos irresponsables per se.
Vivo en una zona rural y para ir al super más cercano tengo que andar dos kilómetros hasta el pueblo por la carretera, pues no dispongo de coche. hoy, al dirigirme al pueblo, había una pequeña vereda que iba pegada a la carretera por un olivar sin alambrar. En cuanto intenté caminar por ella, por mi seguridad y la de los conductores, salió un hombre de una casa a lo lejos, a decirme de muy mala gana que no podía pasar por allí, que tenía que andar por la carretera.