(ver descampados)
S Porción de terreno donde se ha edificado o que se destina a edificar en él. V Cubrir un suelo con baldosas, ladrillos u otras piezas. Adj Relacionado con el Sol. En los dos primeros casos es del latín solum (suelo) y en el último de solaris: a pesar de la bonita coincidencia, aquí nos referimos a ese terreno destinado a la edificación que, sin embargo, admite diversas interpretaciones dependiendo de la perspectiva desde la que se mira. Así entre planificadores municipales, constructores y especuladores del suelo, el solar son metros cuadrados con una equivalencia en euros y que se puede multiplicar hasta donde la legislación municipal permita. Hay quien ni siquiera ve el terreno sin edificar, sólo lo que, cegado, prevé obtener de él. En ese sentido, es la base sobre la que se construyen edificios que nada o poco tienen que ver con su uso, sino más bien con el negocio sobre el suelo y el deseo desmedido por acumular riquezas por parte de unos pocos. Ese espacio es moneda de cambio de las corruptelas locales y fuente de enriquecimiento y especulación de gentes que, sólo dejando pasar el tiempo, pretenden revalorizar ese suelo o lo que hayan edificado sobre él. Mientras tanto, la vida sigue y la presencia de un solar que ha sobrevivido a una rápida edificación (hay solares que no da ni tiempo a llamarlos así) adquiere numerosas y variadas significaciones.
Hay terrenos que se acostaron siendo rústicos y se despertaron siendo solares. En algunos extremos de las periferias, todo el territorio fue un gran solar sobre el que se edificaron nuevas viviendas en un lapso más o menos corto de tiempo. En otros lugares, aparecen como huecos diseminados entre edificios de diversa factura y antigüedad. También las casas bajas, chabolas -que se derriban y sin embargo contienen vidas e historias- fabrican solares cuando desaparecen, en espera de lo que vendrá. Para algunos son marcas lineales en un plano, para otros lugares con ladrillos abandonados, matojos y solanera.
Hay solares que, con el tiempo, quedaron insertados en el paisaje del barrio, emparentando con los descampados. Eternos lugares en los que nunca parecía que se iba a edificar nada, quedaron marcados por las líneas de las sendas más habituales de los paseantes, que siempre buscan el camino más corto. Quizá un árbol consiguió prosperar y en primavera se llenan de las flores silvestres que se agostan en verano. En algunas épocas se convirtieron el espacios proscritos y de peligroso acceso, donde los miedos se vertían en torno a los camellos o los yonquis de la zona. Otras veces, simplemente se convertían en basureros de cercanía, el lugar de soltar los escombros, a pasear al perro o abandonar una batería de coche. Si algún día comienza una obra, se vallan y se rodean de jubilados que observan y comentan los movimientos de las primeras máquinas. Hoy en día, sin embargo, nada de eso es garantía de finalización y numerosos solares permanecen medio vallados, a medio empezar o a medio terminar, ofreciendo profundos agujeros en el suelo, o esqueletos de edificaciones de futuro incierto. En medio de la crisis, ese estado transitorio quedará instalado de continuidad, pero ya no se podrá pasar por allí.
Desde otra perspectiva, en fin, los solares son lugares para la reapropiación: un lugar de encuentro para los vecinos, un huerto urbano donde planificar, trabajar y repartir, o simplemente un espacio reconvertido para el juego. Estos lugares siempre tienen un dueño, que suele ser una persona desconocida o una entidad inabarcable y depredadora de los que poco o nada sabemos, que poco o nada sabe de las vidas en el barrio. A pesar de ellos la vida sigue y hay gentes comunes que resisten los embates mercantilistas del suelo, proponen otras formas de estar y vivir en el barro y, a veces de manera imperceptible, van reconstruyendo territorios desde el nivel de la vida cotidiana, contestando y oponiendo a la voracidad multiplicadora de los especuladores.
(ver todas las entradas del Diccionario de las Periferias)
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Uso de descampados para zonas verdes, zonas infantiles o servicios públicos https://decide.madrid.es/proposals/9110-uso-de-descampados-para-zonas-verdes-zonas-infantiles-o-servicios-publicos vía @abriendomadrid
Pingback: Encuentros con graffiti: paredes de Carabanchel – andando por las calles: walking in the streets·